sargentos de carpintero de diferentes tamaños colgados de la pared

Sargentos de carpintero

Tanto si estás empezando como si ya eres un profesional, nunca hay suficientes sargentos en un taller.

Una de las herramientas más utilizadas cuando te inicias en la carpintería son los sargentos de carpintero, gatos de apriete o mordazas. No solo te permite pegar cosas, sino que además te permite corregir pequeños errores en tus trabajos, doblando la madera a donde toca. Pero no le digas a nadie que yo he dicho eso 😉

En la siguiente sección te voy a intentar explicar como reconocer si un sargento de carpintero es bueno o malo, los tipos que hay y como ir comprándolos según tus necesidades y el tipo de trabajo que hagas. También voy a mencionar algunos elementos de apriete que son muy útiles pero no no califican necesariamente como sargentos.

La rosca del gato de apriete

. Quieres que sea una rosca ACME como la que ves en la imagen

sargentos de carpintero con rosca acme.

Esto te dará dos cosas:

  1. Un paso de rosca grande: El tornillo avanza más con cada vuelta. Esto hace que tardes menos tiempo en ajustar los gatos.
  2. Una fuerza de apriete mayor: Al ser una rosca más resistente, puede apretar más el tornillo sin miedo a dañarlo.

La mandíbula del sargento de carpintero

Vas a ver muchos tipos de mandíbulas. Fijas, móviles, paralelas, de metal, madera o plástico. Lo de móviles y paralelas dependerá de lo que quieras hacer. Luego hablamos de eso.

Lo más importante es elegir una buena mandíbula móvil. Esto, además de la rosca suele ser uno de los indicadores principales de la calidad de un sargento. Si compras uno en el todo a 100 (el chino para los más jóvenes y bazar para los más más jóvenes) seguramente tenga una mandíbula móvil de chapa recubierta de una tapida de plástico barato (polietileno) que se romperá en cuanto aprietes con algo de fuerza. Esto pasa porque la chapa de la mandíbula perfora y corta el plástico. El resultado será que te marcará la madera. La solución más fácil es poner un taco de madera entre tu pieza principal y el sargento, pero creeme que esto lo único que hará es volverte loco a la hora de trabajar. Un buen sargento puede ir directamente a la pieza final.

Por esto no recomiendo comprar un sargento con mandíbula móvil de chapa, por muy barato que sea. Ejemplo de lo que no hay que comprar... a no ser que estés en un aprieto y sea lo único disponible… ba dam tsss… Fuera de bromas estúpidas. A no ser que lo necesites por una urgencia y no tengas otra opción nunca compres este tipo de sargento. Yo lo hice una vez en una urgencia y está ahí tirado sin usarlo desde hace años.

¿Cuál compro entonces? uno que tenga una cabeza sólida, no de chapa y que además tenga un recubrimiento de plástico con cierto gros 1,5-2mm. Con la cabeza sólida la presión se distribuye mejor y ya no hay chapa que vaya a cortar el plástico. Además al tener una cobertura más gruesa, te hace de acolchado adicional a la distribución de presión para no marcar la madera. Si quieres un sargento económico, pero de cierta calidad yo recomiendo estos

Son un poco más caros que los malos, pero la diferencia de calidad es descomunal para lo que cuestan. Tienen la cabeza sólida, las coberturas de plástico son buenas, la rosca es acme y el mando es de plástico bicomponente. Lo que nos lleva al siguiente tema.

El mango

Va a encontrar diferentes tipos de mangos. Van a depender, más que nada, de la fuerza o uso para el que esté pensado el sargento.

  1. Mango de madera
  2. Mango de plástico bicomponente
  3. Mango de metal moleteado
  4. Mango de llave o palometa
  5. Mango de clavija deslizante
  6. Mango de gatillo
  7. Mango de presión por diámetro.
  8. Mango de plástico con apriete allen

Mango de madera

Es el mango clásico. Se desgasta un poco con el tiempo, pero yo tengo uno de mi abuelo, que tiene unos 60 años y apenas se nota el desgaste. Me gusta porque antes tenían un diametro grande, eran agradables al tacto y se comportaban bien con el sudor de las manos. Los actuales son una porquería. Solo se usan en sargentos baratos, se hacen más fino de lo normal, se les pone una pintura horrible encima que resbala con el sudor y cuando haces mucha fuerza te crean apoyas. No los recomiendo en sargentos nuevos.

Mango de plástico bicomponente:

Suelen ser más ergonómico al tener un componente duro y otro blando. Suelen además se antideslizantes por esa combinación entre plástico y goma. Aguantan bien los golpes y los bueno suelen aguantar también los químicos. Ten cuidado que el que compres no sea muy cuadrado y más bien redondeado/tubular. Tengo unos que el mango es más cuadrado para ofrecer «mayor agarré» pero lo único que consigue es ser incomodo, poner puntos de presión dolorosos en tus manos y empeorar el agarré. Aquí tienes un ejemplo de un sargento con mango bicomponente redondo.

Mango de metal moleteado: Suelen ser mangos pequeños de sargentos pequeños. Se suelen utilizar sobre todo para el trabajo en metal pero también los hay en trabajo de madera.

Mango de llave o palometa: Facilita el ajuste manual y rápido sin herramientas adicionales. Ideal para ajustes frecuentes, aunque limita la precisión del apriete.

Mango de clavija deslizante: Se utilizan tanto en sargentos grandes como pequeños. El pequeño brazo que tiene te permite hacer mucha fuerza y sobre todo, hacer fuerza en lugares donde el mango queda muy cerca de una pieza, la mesa u otro objeto que te impide girarlo con facilidad al no poder introducir la mano entre el mango y este objeto. Sinceramente yo lo tengo solo en un sargento grande de Urko, que no recomiendo, luego te digo porque y en unos pequeñitos como estos. Recomiendo enormemente estos ya que sirven para pegar cosas pequeñas o delgadas que romperían o doblarían con el peso de un sargento normal .

Mango de gatillo: Son geniales para trabajar con una sola mano, ideal para trabajos rápidos, al poder controlar muy bien la presión y usarse fácilmente. El problema es que los baratos son una absoluta basura y no hacen nada de fuerza, creedme, me he dejado bastante dinero en ellos. Además sean buenos o malos el mango es exageradamente voluminoso. Los mejores que he utilizado nunca son los de Irwin que recomiendo sin dudarlo, eso sí te van a costar lo suyo. Te dejo aquí unos grandes y unos pequeños para que tengas una referencia de precios.

Mango de presión por diámetro: Son bastante rápidos a la hora de apretar. El principio es el de una palanca con un circulo descentrado al final. Si la palanca está subida no hacen presión si la palanca está bajada, al estar descentrada con el círculo, este aprieta la pieza con fuerza. Sinceramente, solo los he usado una vez. Supongo que en una producción industrial intensiva pueden llegar a tener sentido, pero nunca me he visto en una situación en la que tuviera tanta prisa por amordazar algo, que justifique comprar estos sargentos. Una de las gracias para mi de la carpintería es el trabajar con calma y respeto a las máquinas. Igualmente si eres una persona que cree que necesita un sargento así, te lo dejo aquí.

Mango de plástico con apriete allen: Para mi los mejores mangos de todos. Si el sargento es bueno han tenido en cuenta la ergonomía, por lo que la forma es perfecta. Además tienen un plástico duro y una goma blanda para hacerlos incluso más cómodos. Estos mangos aguantan golpes, no se les pega la cola, aguantan químicos, rayaduras, etc. Están diseñados para que si tienes que hacer más fuerza puedas conectar una llave allen y apriete el sargento con todas tus fuerzas. Sinceramente nunca me he encontrado con una situación en la que tengas que apretar tanto una madera y no pueda llegar a esa fuerza con la mano. Lo que me gusta es que al igual que los de clavija deslizante, si el mango te queda tan cerca de algo que no puedes cogerlo, puede conectarle una llave allen y apretarlo igualmente.

Este mango en concreto, yo lo tengo en mis sargento bessey que absolutamente valen la pena, pero madre mía si son caros. Además estos en concreto tienen la ventaja de ser paralelos, esto quiere decir que las mordazas del sargento aprietan de forma paralela en vez de en triángulo como los sargentos normales. Tiene sus ventajas cuando trabajas con ingletes o estás haciendo entablados (sobres de mesa, tablas de cocina, etc).

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